NARRATIVA Y GÉNEROS LITERARIOS:
La literatura se define como la representación ficticia de la realidad a través de la descripción de sucesos narrados temporalmente, utilizando el lenguaje como material de creación de un mundo ficticio. La literatura, al ser objeto de lenguaje, no escapa a los requerimientos que posee toda situación comunicativa.
EMISOR (autor) MENSAJE (texto) RECEPTOR (lector)
Una obra puede ser clasificada como “literaria” si el autor que la escribe tiene una cierta intencionalidad estética al hacerlo. Además, el público receptor puede determinar si es o no literaria (juicio estético). En el lenguaje utilizado prevalece el uso de connotaciones y figuraciones. Un fenómeno que se puede dar en la literatura es la intertextualidad, suerte de diálogo que se establece entre dos o más textos de diferentes autores (NOTA: la relación entre dos o más textos de un mismo autor se conoce como intratextualidad). Se debe tener claro que el concepto de intertextualidad difiere de la influencia (imitación inconsciente de un modelo a nivel estilístico o temático) y del plagio (imitación consciente de la obra).
La literatura tiene diversas funciones: estética (busca originar y promover la belleza), didáctico-moral (trata de regular los valores y las costumbres de las personas), cognoscitiva (intenta entregar conocimiento de la realidad social en la que se sitúa) y crítica (aborda la “cuestión social” y los problemas éticos del medio histórico en que se desarrolla).
La literatura presenta una serie de subdivisiones:
• LITERATURA CULTA: trasciende en el tiempo, es original, tiene un alto grado de elaboración formal y estilística (literatura clásica).
• LITERATURA POPULAR: consumida por amplios sectores de la población, se concentran en el tema más que en el estilo, y entretienen (ejemplo: novela rosa).
A lo largo de la historia, determinados temas se han ido repitiendo en la literatura. Estas fórmulas fijas tradicionales se conocen como temas literarios. Algunos temas relevantes son: el amor contrariado (amor entre dos seres, que no puede ser concretado: “Romeo y Julieta”), el rapto (una mujer de gran belleza es raptada por su amado: por ejemplo, “La Ilíada ”), los celos (ser engañado por aquél a quien se ama: “Otelo”), el viaje (es el tema más frecuente, puede ser físico, como en “La Odisea ”, o figurado) y el mal de amor (el amor como una enfermedad del alma).
Además de los temas, también es frecuente observar en la literatura los tópicos literarios, que son ideas recurrentes en las historias. Los más destacables son: beatus ille (“feliz aquél), carpe diem (aprovecha el día), locus amoenus (lugar ameno, ideal), la fugacidad de la juventud y el retiro a una vida más tranquila.
ÉPOCAS LITERARIAS:
1) Literatura Antigua: sólo se entrega ficción. Su principal finalidad es la entretención. Se destacan las tragedias griegas y romanas (Homero, Virgilio). En la Antigua Grecia se origina la tragedia (subgénero dramático) a partir de las fiestas dionisiacas, y su máximo exponente fue Esquilo. En la tragedia se plantea la incapacidad del hombre de derrotar a su destino, y siempre vencerá la fuerza sobrehumana (dioses). La obra más representativa de esta época es “Edipo Rey” (que narra la historia de Edipo, que mata a su padre y se casa con su madre Yocasta, quedando ciego y siendo desterrado al final). En esta época también se origina la comedia en Grecia, y trata de manera cómica sobre personajes vulgares. Sus principales representantes son Aristófanes y Plauto.
2) Literatura Medieval: la vida se organiza en torno a Dios (teocentrismo). La literatura tiene un carácter moralizante, uso de motivos relativos a la muerte y su concepción cristiana, la fugacidad de los valores terrenales, el sufrimiento, el amor divino y la vida de los santos. Con respecto al género narrativo, surge la novela (pastoril, picaresca y de caballería); con respecto al género lírico, en la Edad Media surge la poesía épica o cantares de gesta (poemas orales recitados por un juglar, de carácter anónimo, cuyos temas centrales son la pérdida del honor y la venganza: destaca el “Cantar del Mio Cid”, que narra la historia de un héroe español siempre fiel a su rey), la poesía lírica (expresión de la emotividad del emisor: surge el trovador, que le canta a una bella mujer) y la poesía religiosa (Gonzalo de Berceo, “Milagros de Nuestra Señora”); con respecto al género dramático, las obras dramáticas surgen de las ceremonias religiosas, y entre ellas destaca particularmente “La Celestina ” de Fernando Rojas (narra la historia de dos jóvenes amantes unidos gracias a la dueña de un prostíbulo, cuyo amor, al final, les provoca la muerte).
3) Literatura Renacentista: se caracteriza por el estudio de la Antigüedad clásica grecolatina. Hay una nueva visión antropocéntrica del mundo, una actitud racionalista ante la vida y una concepción abierta de esta misma. Se exalta al hombre y a lo humano. En el teatro, se evidencia la crisis religiosa de la Reforma. Surge William Shakespeare en Inglaterra y Lope de Vega y Tirso de Molina en España. La lírica desarrolla la poesía cortesana (amor inalcanzable e idealizado, al igual que la naturaleza; principal exponente: Garcilaso de la Vega) y la poesía mística (o trascendente, plantea la comunión con Dios; principales exponentes: Santa Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz). En la narrativa, destaca “La Divina Comedia” de Dante.
4) Literatura Barroca: la literatura tiende a ser depresiva y agria, hay un desencanto por el hombre y por lo humano. En la literatura española, fundamentalmente en la lírica, se encuentran dos grandes corrientes: conceptismo (preponderancia de la forma estética, de la métrica) y culteranismo (reacción a lo anterior, se preocupa más del contenido), el tópico más utilizado es la fugacidad de la vida; en el teatro barroco se intensifica el uso del contraste (vida / muerte, riqueza / pobreza, etc.), destaca Pedro Calderón de la Barca con su obra “La Vida es Sueño” (donde proyecta la visión de una Humanidad ideal en búsqueda de lo inmutable e infinito). En la narrativa, destaca “El Quijote” de Miguel de Cervantes.
5) Literatura Neoclásica: el Neoclasicismo se destaca por el regreso a las raíces grecolatinas. Hay un predominio de la razón ante lo emotivo. Se busca la perfección de las formas, y el arte tiene una función fundamentalmente didáctica. En el teatro, la literatura cambia la realidad: surge Moliére, quien, en sus obras, ridiculiza a la sociedad francesa de la época, mientras que en España el racionalismo permite que Leandro Fernández de Moratín, en “El Sí de las Niñas”, muestre vicios sociales y enseñe normas de comportamiento. En la lírica, se tiende a seguir el modelo grecolatino, convirtiendo a la literatura en un instrumento pedagógico.
6) Literatura Romántica: nace como respuesta a los preceptos rígidos del Neoclasicismo. Predomina lo emotivo ante la razón, se muestran lugares exóticos, el yo individual cobra importancia ante “los otros”. En el teatro, el drama romántico resalta el yo individual, expresando sentimientos. Goethe, en su “Fausto”, presenta la lucha de un hombre entre el anhelo de elevación espiritual y el apego a lo terrenal. En España destaca José Zorrilla, con su “Don Juan Tenorio”, que simboliza al hombre libre, individualista, aventurero y rebelde que sólo aspira a gozar del amor y del mundo. En la lírica, se expresan sentimientos humanos, se describen lugares tenebrosos (castillos en ruinas, mares enfurecidos), destacando Lord Byron, Schiller y Gustavo Adolfo Bécquer.
7) Literatura Naturalista: surge como respuesta al Romanticismo. Hay preferencia por los temas que se desarrollan en ambientes bajos. En la narrativa, se crea la novela social, y se plantea que el hombre está predeterminado. Se preocupan de demostrar a través de la ciencia (destaca “Naná” de Émile Zola).
8) Literatura Realista: el Realismo no difiere mucho del naturalismo, excepto en que sólo se describe el entorno (no se demuestra nada). En la narrativa, destacan “Martín Rivas” de Alberto Blest Gana. En el teatro, las obras dramáticas son una expresión crítica de la sociedad. Henrik Ibsen, en “Casa de Muñecas”, denuncia la esclavitud de las apariencias por proteger la reputación y el honor. Otros dramaturgos destacados son George Bernard Shaw y Antón Chéjov.
9) Literatura Modernista: el Modernismo es un movimiento lírico propiamente latinoamericano, que busca la renovación temática, dando cabida a lo exótico y oriental (princesas, castillos y lagos encantados). Tiene un estilo refinado y cuidadoso en la forma, uso de símbolos propios de la Antigüedad clásica. Su principal exponente es el nicaragüense Rubén Darío (“Azul”).
10) Generación del 98: aparece en España en 1898. Se caracteriza por un sentimiento nacionalista, producto de las crisis del país. Reflexiona acerca de la realidad política, social y literaria de España, criticando constructivamente. Se inspira en las obras españolas antiguas. Destaca particularmente el ensayo. Sus máximos exponentes son Miguel de Unamuno (“Niebla”) y José Ortega y Gasset (“La rebelión de las masas”)